MIS ARTÍCULOS: Hacho, ¿un perro único en el mundo?
- susanamuniz
- 29 mar
- 2 Min. de lectura
Muñiz‐de Miguel, S., Barreiro‐Vázquez, J. D., Sánchez‐Quinteiro, P., Ortiz‐Leal, I., & González‐Martínez, Á. (2023). Behavioural disorder in a dog with congenital agenesis of the vomeronasal organ and the septum pellucidum. Veterinary Record Case Reports, 11(2), e571.

Esta es la historia real de Hacho, un perro mestizo con una nariz bífida y un paladar hendido de nacimiento. A pesar de haber crecido rodeado de otros perros y haber recibido una buena socialización temprana, Hacho comenzó a mostrar comportamientos difíciles de explicar: miedo a personas y objetos, ansiedad extrema en la ciudad, agresividad hacia otros perros... incluso no mostraba interés por hembras en celo.
Tras intentos terapéuticos sin éxito, decidimos profundizar en su diagnóstico con pruebas de imagen avanzadas (TAC y resonancia). El resultado fue sorprendente: Hacho tenía una agenesia (ausencia congénita) del órgano vomeronasal (OVN) y del septum pellucidum, una estructura cerebral que forma parte del sistema límbico.
El órgano vomeronasal es clave para la detección de feromonas y para la comunicación social y sexual entre perros. Su ausencia podría explicar la falta de interés de Hacho por otros perros y su dificultad para interpretar señales sociales. Por otro lado, el septum pellucidum está implicado en funciones emocionales, del sueño, atención y comportamiento. Su malformación se ha relacionado en otras especies con conductas agresivas o impulsivas.
Este caso sugiere que ciertas alteraciones cerebrales pueden tener un papel directo en la aparición de problemas de comportamiento. No siempre es un problema de educación, entorno o socialización: muchas veces el origen es orgánico, y es imprescindible un enfoque veterinario integral.
Si algo nos enseñó Hacho es que cada caso es único, y que los problemas de comportamiento deben abordarse con rigor, empatía y ciencia.
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